domingo, 4 de marzo de 2012

SWIMBAITOLOGÍA

Un repaso a los señuelos más letales


Como una bomba, los swimbaits han irrumpido en el mundo de la pesca de grandes basses con una fuerza incendiaria. El fuego que se inició en la Costa Oeste de los Estados Unidos ha propagado sus llamas hasta lugares tan dispares como Sudáfrica, Japón y ahora España.
La teoría que avala el uso de swimbaits es sencilla pero contundente: un gran artificial que se muestra lentamente significa un aporte calórico demasiado fácil de atrapar como para que mamá bass lo deje pasar de largo. Lejos de ser un señuelo milagroso, un swimbait constituye una herramienta con un increíble poder, pero que no sirve de nada si no se conoce cómo, dónde y cuándo utilizarla.

Un poco de historia
A finales de los años 80 un buen número de enormes black bass fueron pescados en algunas represas del sur de California que eran repobladas periódicamente con truchas, caso de los lagos Castaic o Pyramid. Sólo un selecto grupo de pescadores era conocedor de donde residía el secreto de tan extraordinarias capturas. Sorprendentemente, ciertos artificiales articulados de dimensiones mágnum, originariamente diseñados para la pesca de grandes truchas y striped bass, ejercían un intenso poder de persuasión sobre los basses gigantes. En 1993, dos pescadores comenzaron a fabricar en el garaje de uno de ellos sus propios swimbaits para uso personal. Pronto, pescadores que habían oído las maravillas que estos señuelos podían obrar frente a los basses más grandes comenzaron a ofrecer grandes cantidades de dinero para comprar aquellos señuelos caseros talla XXL. Así fue como el destino quiso que aquellos pescadores -Ken Huddleston y Chomp Josephite- fundaran Castaic Lure Company, la primera compañía dedicada a crear swimbaits diseñados exclusivamente para pescar superbasses. En poco tiempo recibirían los primeros pedidos de miles de swimbaits desde Japón -donde la fiebre por los grandes basses se vive de una forma especialmente intensa- y se inició su distribución masiva en grandes superficies como Cabelas o Bass Pro Shops. Resulta significativo que los mejores especialistas en capturar los basses más grandes del planeta, como Mike Long, Bill Siemantel o Butch Brown, sean auténticos especialistas en swimbaits. Como todo lo que rodea a los basses de tamaño gigante llama poderosamente la atención, me propuse dar una oportunidad a estos señuelos.

Un intento de clasificación
Esencialmente pueden encontrarse tres configuraciones diferentes de swimbaits, todos ellos caracterizados por su natural acción natatoria, junto a su tamaño y peso considerables. Conviene disponer de varios modelos que permitan ser trabajados en las diferentes capas: a superficie, medias aguas o cerca del fondo. Excluiremos a los swimbaits pequeños de reciente aparición, más comerciales pero que carecen de la auténtica esencia atractora en tamaño.

Swimbaits “duros”
Están fabricados en plástico duro o madera, con su cuerpo generalmente dividido en dos o más secciones unidas mediante bisagras, aunque también existen modelos en un solo bloque que carecen de articulación. Sumamente interesantes son las versiones hundidas que incluyen información acerca de su tasa o velocidad de hundimiento (profundidad que el señuelo desciende cada segundo), lo que permite controlar con precisión la cota de la columna de agua en la que son presentados.

Swimbaits “blandos”
Mas allá de los clásicos shads de vinilo con montura de jig -que importados de la pesca en el mar se cuentan entre los originarios swimbaits usados en Norteamérica- destacan los modelos creados específicamente para el bass con un aspecto más realista y una estructura interior lastrada. Su peso interior los clasifica en hundimiento lento, medio o rápido. Con frecuencia, requieren el uso de un anzuelo triple extra para esos basses que no quieren morder con ganas, sino que inhalan el señuelo o sólo lo picotean queriendo sacar al intruso de su territorio.

Swimbaits “híbridos”
Posiblemente los sucesores de los primeros plugs articulados como el AC Plug o el Z-Plug, auténticos pioneros en la captura de grandes basses en los “lunker lakes” californianos. Constan, como una mezcla de los dos tipos anteriores, de dos mitades unidas mediante una articulación a las que se les ha añadido una cola de plástico blando que remata el mortífero señuelo. El cuerpo, que estaba originariamente fabricado con un taco de madera con su parte frontal achaflanada, hoy día también se realiza en policarbonato provisto de un babero profundizador.

Técnicas básicas
¿Qué secreto hay en la posibilidad de poder capturar grandes basses con señuelos de un tamaño tan inusual? Es frecuente que un pescador adquiera algunos swimbaits, los pruebe intermitentemente durante algunas jornadas, y acabe desanimado perdiendo la confianza y arrinconando esos señuelos en el olvido.

En realidad, la mayoría de pescadores no capturan grandes basses, ni siquiera en masas de agua donde es sencillo hacerlo. Otros, en cambio, son capaces de conseguir excelentes trofeos en lugares difíciles. La mentalidad, y los conocimientos y tácticas orientadas a los grandes basses es lo que marca la diferencia. Analicemos algunos de las sistemas más productivos para pescar con swimbaits:

“Ola” En Superficie
Muchos swimbaits híbridos funcionan estupendamente al estilo Wake-bait con recuperación lenta, que forma una onda al romper superficie con su cola nadadora fabricada en gel o material elastómero. Una presentación muy básica y simple, pero que ofrece la tentadora silueta de un gran pez presa a gran número de predadores. El diseño de la cola es importante a la hora de evaluar cómo se moverá el swimbait y la clave radica en que se contornee como lo haría un pez o serpiente a través del agua. Por otra parte, el estruendo que provoca un gran señuelo al chocar contra la superficie del agua hay días en que puede resultar contraproducente, pero a menudo la conmoción generada anuncia a los basses que ha llegado la hora de la comida.

Presentación Sub-Superficial
La acción de muchos swimbaits cambia notablemente cuando dejan de romper la superficie: el patrón de vibración varía y pueden producirse picadas de peces que no respondieron a la presentación anterior. Igualmente, las vibraciones emitidas por los swimbaits de plástico y de madera son diferentes. En ocasiones, una natación agresiva (serpenteo demasiado acusado) puede no resultar la mejor opción ante un gran bass, y sí una acción más suave y sutil. Para eso hay modelos que cuentan con aletas pectorales estabilizadoras dispuestas horizontalmente, cuya función es que el señuelo no oscile lateralmente mientras describe “eses” al surcar las aguas, permitiendo una presentación natural conocida como Shark Walking o Paseo del Tiburón.

Slow-Rolling
Una vez ya se han presentado los swimbaits en superficie, si no se ha obtenido resultado habrá que buscar más abajo. El pilar básico a la hora de recuperar consiste básicamente en hacerlo lenta y continuamente a una velocidad suficiente que produzca en el artificial una cadencia de nado atractiva. Con un swimbait hundido (ya sea de hundimiento lento, medio o rápido) es fácil conocer a qué profundidad se está pescando con sólo aplicar el método de la cuenta atrás. Es importante presentarlos a diferentes profundidades y probar distintas velocidades, porque a veces los basses grandes se vuelven caprichosos y prefieren tomar los señuelos a cierta cota y con una “cadencia” de nado concreta.

Deadsticking 
Cuando se conoce la ubicación de un buen bass, puede que la mejor forma de actuar sea no hacer absolutamente nada. Lanzar un swimbait flotante tipo pencil bait o un modelo hundido más allá de la querencia elegida, acercarlo lentamente, dejarlo inmóvil y esperar pacientemente. No es necesaria una imitación exacta de aspecto ultrarrealista, sino un señuelo que represente una presa natural, un “aura de realidad”. Un mínimo movimiento provocado por el viento, el leve oleaje o la acción del pescador, desencadenará la picada. Este sistema funciona cuando la presión de pesca es notable y los basses están suspendidos o pegados al fondo, especialmente en zonas de aguas claras, donde los basses pueden detectar a su presa desde lejos, para luego decidir si la atacan o no.

Recuperación Errática
Que una de las mejores formas de accionar un swimbait sea de manera continua no impide que puedan realizarse variaciones oportunas de dirección o velocidad para desencadenar ataques. Un cambio de ritmo es más efectivo cuando se realiza próximo a zonas como puntas sumergidas, orillas escarpadas, fondos escalonados, etc, donde aumentan las opciones de éxito del bass en su caza. Un gran bass no alcanza su tamaño extraordinario por comportarse de manera estúpida, sino que conoce perfectamente las zonas en las que le resultará mas sencillo atrapar a sus presas. También hay swimbaits que permiten emplear la técnica de “Pasear al Perro” (Walking the Dog) de manera sub-superficial.

Presentación Pendular
Un sistema avanzado de presentar un swimbait hundido obligándole a describir una trayectoria en forma de arco. Se consigue fácilmente con sólo engranar el carrete nada más el señuelo toca el agua. Ir contra la norma dictada de “mantener el señuelo siempre a una misma profundidad”, permite bordear contornos sumergidos como el de una ladera que penetra en las aguas, para terminar la recuperación simulando una presa que huye hacia la superficie.

Estilo Worming
Trabajar un swimbait con capacidad antienganches pegado al fondo de forma parecida a como se hace con una lombriz de vinilo, no hace más que aumentar un ilimitado mundo de posibilidades y a menudo puede resultar muy productivo.

Swimbaits A La Cacea
Algunos grandes basses pasan a estar en una actitud muy negativa frente a los señuelos nada más sienten el ruido de una embarcación. Ello llama a ser silencioso y cuidadoso, no provocando ruidos antinaturales, o a presentar el swimbait lejos del bote de pesca. Esta última opción puede ponerse en práctica mediante el curricán, un sistema prohibido entre los puristas del bass, pero que produce peces cuando otros métodos convencionales fallan.


Por TrofeoPesca.com

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